Otras formas de contar(nos) la historia

Ana Peñas, En transición (2017).jpg

Ana Penyas, En transición (2017)

En menos de veinte años de vida democrática, España celebró en 1992 dos importantes eventos, los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla, que marcaron en la memoria colectiva la anhelada y definitiva superación de un pasado oscuro y terriblemente cercano: la dictadura de Francisco Franco (1939-1975). Estos dos eventos fueron acompañados por un rediseño masivo del espacio urbano, así como por una limpieza cuidadosa de las instituciones políticas y culturales, en un intento por mostrar al mundo un rostro renovado y democrático, consolidando 1992 como la  llegada de la modernidad a España. Las narrativas históricas hegemónicas de la España contemporánea han contribuido, en gran medida, a consolidar esta ilusión de ruptura, vehiculando un consenso amplio y compartido que separa radicalmente el régimen y la post dictadura como diferentes momentos. Según esta visión, el franquismo sería una anomalía histórica disfuncional que debía ser superada por un nuevo y moderno sistema, garante del desarrollo económico, el progreso y la estabilidad.

Esta narrativa hegemónica, sin embargo, borra importantes continuidades culturales, políticas y económicas entre la dictadura y la democracia. Desde los "Pactos del Olvido" de la transición de 1978, que impusieron un silencio opresivo y dieron total impunidad a los crímenes del régimen, a las políticas económicas que asumieron el capitalismo global y la modernización como la única teleología del país, podemos trazar una clara continuidad entre ambos proyectos nacionales, que debe ser considerada al enfrentar el pasado reciente de España.

En el menú desplegable encontrarás otras formas de contar la historia de Barcelona y de nuestro pasado reciente, que tratan de interrumpir la naturalización del relato celebratorio.

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